Una historia de luces para la transformación de esta tecnología; y de sombras, para la gran plataforma que propició esta innovación, Google que, por alguna razón, no entendió o no quiso sacar partido al gran descubrimiento: los «transformadores» de la inteligencia artificial.
El hallazgo se publicó en una revista científica en 2017 bajo el título “Attention is all you need”, y uno de los grandes avances fue el alumbramiento de los “transformadores”, un tipo de arquitectura de red neuronal capaz de transformar una secuencia de entrada en una secuencia de salida. En definitiva, la revolución de la IA en el procesamiento del lenguaje natural.
Los artífices son Noam Shazeer, cofundador y CEO de Character AI; Llion Jones, cofundador de Sakana AI; Jacob Uszkoreit, cofundador y CEO de Inceptive; Illia Polosukhin, cofundador de Near; Ashish Vaswani, cofundador y CEO de Essential AI; Niki Parmar, cofundadora de Essential AI; Aidan Gomez, cofundador y CEO de Cohere, y Lukasz Kaiser, investigador de OpenAI.
Ninguno de ellos trabaja ya para el buscador. Cada uno siguió su camino. Casi todos han creado sus propias startups que están valoradas en cientos o miles de millones de dólares. Kaiser trabaja en OpenAI y es uno de los principales investigadores de la IA general Q Star, el producto que, según Sam Altman “empujará hacia atrás el velo de la ignorancia y hacia adelante la frontera del descubrimiento”.
El impacto en la economía
El descubrimiento de los «transformadores» de la inteligencia artificial ha propiciado un crecimiento exponencial de esta tecnología y la previsión de su impacto económico es cada vez mayor. Los analistas y expertos en IA prevén “un crecimiento económico sin precedentes que enriquecerá enormemente a la sociedad” en las próximas décadas. Hay múltiples estudios que corroboran esta tesis.
En 2020, la investigadora en inteligencia artificial Ajeya Cotra, de Open Philanthropy, publicó un informe en el que sostenía que el efecto de esta tecnología en la economía supondría un crecimiento económico de entre el 20 y el 30 por ciento anual. Una investigación más exhaustiva del experto Tom Davidson concluye que la inteligencia artificial generará tasas de crecimiento económico per cápita de hasta el 30 por ciento anual.
En el caso de España, y a más corto plazo, un análisis de Amazon apunta que “el aumento de la adopción de la tecnología digital, en particular la IA, podría reportar un impacto económico total estimado para la economía española de 282.000 millones de euros en 2030”.
El impacto en el empleo
El Foro Económico Mundial, por su parte, muestra su preocupación por el impacto en el empleo de esta tecnología: “La inteligencia artificial afectará a casi el 40 por ciento de los empleos en todo el mundo, reemplazando algunos y complementando otros. Para aprovechar este potencial, las políticas deben encontrar un fino equilibrio”. La formación de los nuevos trabajadores en el uso productivo de la tecnología será clave.
En este proceso de cambio, muchas pequeñas empresas han optado por adaptarse al nuevo entorno con formación y asesoramiento para poder mantener la competitividad.
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