En España, las compañías se enfrentan al reto de mejorar su competitividad gracias a la IA. Su lenta adopción es una gran oportunidad para las pequeñas y medianas empresas, pues las que la aprovechen lograrán una buena ventaja competitiva.
La inteligencia artificial está impulsando la productividad en sectores clave como finanzas, consultoría, servicios jurídicos y telecomunicaciones, según PwC. Los profesionales en estos campos ven aumentos salariales y una mayor demanda laboral. En España, muchas empresas están adaptando sus capacidades a la IA, respaldadas por la Estrategia española de Inteligencia Artificial 2024, con una inversión significativa para fomentar su uso responsable.
La carrera global por la conquista de la inteligencia artificial podría crear nuevos equilibrios en el escenario geopolítico, en el que Europa ha sido pionera en la regulación y apuesta con fuerza por la investigación.
El uso de la inteligencia artificial se asienta entre los profesionales y en las empresas. La formación y el asesoramiento, claves para la adaptación al nuevo entorno.
La implantación de la inteligencia artificial crece a un ritmo acelerado en el mundo. Estados Unidos domina esta carrera, lejos de China y más aún de los países de la Unión Europea.
Los nuevos dispositivos dotados de inteligencia artificial aspiran a convertirse en la puerta de entrada de nuestro entorno digital
La historia de ocho ex empleados de Google que crearon los fundamentos de la inteligencia artificial moderna que facilitó el impulso de los modelos de OpenAI es una historia de luces y sombras.
La disrupción de los disruptores
La Real Academia Española de la Lengua define la disrupción como una «rotura o interrupción brusca». Una nueva manera de hacer las cosas «que se impone y desbanca a las que se venían empleando», apunta el diccionario del Español Urgente.
La guerra por el control de la inteligencia artificial entre las grandes plataformas ha alcanzado un nuevo hito este mes de febrero. OpenAI gana la batalla de la comunicación a Google con una nueva herramienta: Sora.
La economía de la inteligencia artificial aumenta sus previsiones año tras año. Una investigación apunta a una transformación sustancial de los distintos sectores económicos con un impacto que superará los 280.000 millones de euros en 2030.